Mi psicólogo me ha hecho ghosting. Antes de juzgar, dejadme que os explique un poco en defensa de mi psicólogo.
Vivimos en la era de la salud mental aunque yo llevo más de 15 años yendo al terapeuta. Mis traumas han ido a menos y mis visitas a más.
¿Por qué? No sé por qué. Sólo sé que en esta nueva era de mi vida en la que me he visto forzada a entrar, no lo voy a averiguar yendo al psicólogo.
¿Ventajas de la nueva era? tiempo y dinero. Tiempo y dinero que he invertido en un curso de stand up y un poco de botox.
Y aquí estoy, repasando mi primer monólogo en la camilla del centro de estética y pienso que donde yo querría estar es en el psicólogo.
Podéis pensar que soy tonta por no ir a otro psicólogo, parece obvio y no, es un no rotundo. Otro psicólogo no me sirve, no lo quiero.
Y ahora puede que penséis en voz alta, asustando a la chica guiri que tenéis sentada al lado en la línea amarilla del metro, que estoy enamorada, pilladísima, mira, ojalá.
Simplemente estaba, ¿Estoy?, adicta. Y la adicción que el psicólogo me causó, el psicólogo me la quitó. Y no puedo ganar, porque si me enfado con él y no voy a otro psicólogo, le estaría dando la razón a no hacerme caso; y si pudiera ir a otro psicólogo, ¿dónde está el problema?
Mi teoría es robusta, el psicólogo gana siempre, como la banca, aunque ya nunca lo sabremos. Solo lo sabe el Josep (nombre real). Si lo encontráis, preguntadle.
Este articulo es parte de The Posttraumatic VOL.5 "Mas de lo Mismo". Puedes conseguirlo aqui. Y suscribirte por aqui.
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