Terminator
- Carles Armengol
- hace 1 día
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Ha dejado el carro aparcado en la puerta como de costumbre. Parece que la mañana ha sido productiva. Lo lleva a rebosar. El motor de una nevera, un microondas, una máquina cortadora de embutido —de las que pesan —, un amplificador Marantz de los noventa —¿quién cojones tira eso? —y de los laterales sobresalen unos tubos metálicos que parecen espadas. Hoy Thomas se sacará unas monedas a cambio de entregar toda esta chatarra.
¿Me rrregalas un cafffeeé? Su acento suena tal y como lo haría el pitufo gruñón si este fuese una persona de metro noventa con la tez blanca y el cabello rubio.
Thomas suele pasar todos los jueves por la cafetería. Imagino que somos uno más de los puntos de avituallamiento en su ruta. Se patea la ciudad en busca de todo aquello de lo que los demás nos desprendemos. Algunas cosas las vende y otras las reaprovecha, como las zapas Salomon que lleva puestas.
Thomas sabe cómo apropiarse de los excesos consumistas de la sociedad sin que parezca que haya sido atropellado por una avalancha de ropa barata y de baja calidad en el desierto de Atacama.
El gorro de lana marrón oscuro no me deja ver sus orejas. Tan solo quedan al descubierto sus lóbulos carnosos y caídos. Va enfundado en una gabardina negra que le llega hasta los tobillos. Le va un par de tallas más grande, pero no le queda nada mal. El jersey beige combina de maravilla con todo su oufit, a pesar de las bolas de pelusilla que se acumulan en el cuello vuelto.
Tengo dos cossssas que dessssirte, una buena y una mala. ¿Por cuál empiessso? Por la buena, no jodamos. Mientras charlamos voy atendiendo a otros clientes que le miran con desconfianza. Thomas habla demasiado alto. Puedes vivirrr eterrrrnamente. Saca un botecillo de canela molida del bolsillo interior de su gabardina y lo muestra como si estuviese sobre un escenario frente a un publico multitudinario. Tienesss que comerrrr mucho omega-3 y canela. Le entrego el café que le gusta; uno con doble carga y bebida de almendra. Le añade canela sin mesura mientras yo le preparo un mini de fuet a una chica que espera en la barra. ¿Y cuál es la mala? La mala es que algún día morrrirrraaás. Grrrasias, amigo. Ha sentenciado su marcha con la vehemencia de un ser eterno que ha venido del futuro. Thomas se esfuma. Agarra su carro del Aldi repleto de trastos, a la vez que le da un sorbo al café de especialidad que le acabo de regalar. Desparece como un viajero a través del tiempo que ha venido para decirme que las cosas allí delante están bastante jodidas.
Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU".
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