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  • Ja no és estiu

    Toni Spyra Que els nens són cruels, te n’adones més tard. Que els homes són dolents, també. Abocats a la bassa, caçàvem carbassudes fins que ens pujava la sang al cap. Les posàvem en pots transparents i, l’endemà, les trobàvem mortes, resseques al sol, mentre les cigales vetllaven. Jugant, sentíem la urgència de resistir a girar el cap quan sentíem un xiulet que venia de dalt. Sempre acabava sent un penis sortint d’un balcó qualsevol, mirant-te còmplice i remenat entre les mans d’un senyor. Recordo el moviment de la boca obrint-se i tancant-se, amb uns ulls esbatanats, quan queien a terra o mentre les tenia a la mà. Recordo el silenci quan vaig despertar al tren, amb una mà aliena i aspre sota els pantalons curts i uns ulls només negres, només pupil·les, esperant qualsevol reacció. Vaig adonar-me que no era un joc un dia que vam muntar un parc aquàtic amb ampolles de fanta per aquelles a les que ja els començaven a tenir potes. L’endemà no quedava aigua, la majoria estaven al cul, amuntegades agonitzant, o encallades entre les ampolles mal tallades, esbudellades. Vaig adonar-me que no era un joc quan em va dir que l’havia provocat, que era culpa meva, mentre m’agafava els braços i la cara i em separava les cames. L’endemà em baixava un filet de sang entre les cuixes i ja no era jo. Al setembre, ja no quedava cap carbassuda. Eren reinetes. I nosaltres havíem après a tirar pedres als porcs.   Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Mediterráneament

    Este verano un amigo me dijo que no se imaginaba lo que era crecer y vivir donde la mayoría de gente iba de vacaciones. Él es de Madrid y me hablaba de raíces, sentimiento de pertenencia, orgullo de tradiciones y paisajes. Le contesté que estaba demasiado indignada como para reconocer la belleza que le embelesaba.  Para el resto de Cataluña, la Costa Brava y l’Empordà es  the place to be  en los meses de calor. Todos quieren pasar por la experiencia anuncio de Estrella Damm, descubrir calas vacías y salvajes, comer paella en un barco rodeados de azul, pasearse por calles estrechas y casas blancas, ver el atardecer con un Aperol Spritz, comprar collares hechos a mano, decir “soy de aquí”. Lo entiendo, entiendo que lo bueno hay que compartirlo y que todos quieran un trocito del pastel, algo épico. M, una amiga del pueblo, le preguntó a ese otro amigo madrileño un día de cañas bajo alguna parra (“mediterráneament”) qué era lo peor de la zona, él que era un recién llegado deslumbrado por esa luz y ese temperamento, y respondió que el turismo. Sin dudar. Resulta extraño y contradictorio que nos quejemos de algo que todos hacemos y cuyos beneficios sustentan la economía del país. Pero, ¿cómo establecer ciertos límites? Y pongo el foco, claro está, en ese  otro  turismo: el nacional.  Es evidente que hay un problema y parte de la indignación de mi amigo avivó las ganas de escribir sobre esto, exhibir este cansancio que sumamos a la alegría intrínseca de cada verano. Porque estaría genial que las consecuencias no entorpecieran el día a día de la gente que vive ahí. Al fin y al cabo, somos nosotros los que tenemos que hacer cola para entrar a nuestro pueblo, los que pagamos el doble por un café o una cerveza, los que nos quedamos sin sitio para aparcar en las playas, los que vemos subir el precio del alquiler, los que no podemos dormir por el volumen desorbitado de cualquier  cozy rural party . Pero este problema (llamémoslo  modelo turístico ) es culpatanto de los visitantes como de los locales, es culpa de todos, y ahora mismo estamos en una rueda compleja e incómoda en la cual nosotros, conscientes de vivir en un espacio mágico y único, lo percibimos como abarrotado, imposible, inaccesible e insoportable. ¿Acaso es posible olvidar que en ese decorado que se consume durante las vacaciones también vive gente y que no está dispuesto a modo de escenario (con su respectivo  dress code ) para el exclusivo disfrute ajeno? Se define nuestra identidad en base a lo que quieren que seamos y corremos el riesgo de convertirnos en una postal, cómplices de una falsa idea promocional. Compartirlo es bueno y precioso y lógico, pero esta invasión en temporada alta convierte nuestras propias vacaciones en infernales. Y lo peor es que no tengo idea de cómo desmantelarlo o deconstruirlo. Sin embargo, hay algo que me reconforta, en cierto modo, y es que esa gente que abarrota carreteras y chiringuitos solamente llegan a advertir esta realidad veraniega y se pierden la Costa Brava en sus otras tres estaciones, intuir el porqué de su nombre cuando el mar enfurece en enero y el cielo regala tonos rosados imposibles, de atardeceres cítricos. Están lejos de conocer las plazas vacías, los bares tranquilos, la tramuntana escurridiza, les calçotades, los días cortos, el placer de arrancar un níspero y comértelo, el calor de una chimenea de piedras milenarias, pasear por la playa para digerir la comida de Navidad, esa sensación de que el paisaje cabe en una jarra de miel de tan dorado.      Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Armario Casas

    No me jodas nen, que este tío no para y parece que lo han vuelto a hacer; contratar a Mario Casas para interpretar el papel principal de una película. Yo lo veo así: -Vamos a fichar al Mario Casas para la próxima peli. -¿Ar Mario?. -Si, armario. Y así fue, como la canción de Juan Gabriel. A ver, sinceramente, he consumido tanto cine com el testículo de una burra, pero qué quieres que te diga, no hay que ser muy cinéfilo ni un adelantado en esto del séptimo arte para entender que Mario Casas es a la interpretación lo que sería una especie Jesús Gil negro a la natación olímpica. ¡Que no, que no vale, pardiez! Pero, ¿por qué sucede esto? Ni lo sé ni me importa. Supongo que así ha funcionado siempre el mundo de la farándula en este país. Adulando al más churrero, y luego a su hermano, y luego a su primo, ¿y luego?, pues al este, al otro y al aquel, si total, una vez te haces un hueco en el estercolero nacional ya luego cobijas a cualquiera bajo esta enorme chapa de la mediocridad. Qué más da, si yo a lo que he venido aquí, a picar estas líneas, es a aportar, cuidao, y es que ahora que veo que Mario Casas protagoniza una película titulada “Molt lluny”, no creo que trate el tema de que nuestro amigo Mario se encuentra muy lejos de interpretar nada en condiciones. En el cartel que anuncia el film, hay una reseña de la Ser que se aventura  a decir que Mario firma su mejor papel, como si eso valiese para algo. ¿A qué se refieren, a un puto cero sobre diez? Todo el mundo sabe que eso es más inútil que un triste cartel de VENDIDO. Este burdo intento de querer convencernos de que por lo menos esta mierda huele bien o es menos mierda es dar por supuesto que aquí somos todos gilipollas. Pero bueno, es divertido, a mi, personalmente, me entretiene mucho, qué quieres que te diga, chico. Y es ahí. Ahí es donde entra mi estúpida propuesta para tratar de  brindarle ya lo que sería el papelazo de su vida donde podría lucirse por fin; alguien, algún héroe, que le pidiese que realizara el papel de un humilde armario empotrao en una película cuya sinopsis sería algo así como una casa abandonada en un lugar muy lejano en el que hay un mueble muy pesado que tiene la ilusión de convertirse en un tipo desganao que a su vez tiene que zurrarse horas de gimnasio y proteínas para que la industria cinematográfica más pueril siga contando con sus servicios y poder seguir engañando a toda una generación de fans y gente de corazón simple al fin y al cabo. Los Javis estos, por ejemplo, los gurús del ahora te vas a comer esto, ¿por qué no?. Nah, ahí no entra el armario.  En fin, para ir aligerando, que se nos enfría la sopa y no quiero convertir esto en una horrible mezcolanza, me gustaría añadir que en mi vida no he consumido ni dos segundos de nada en donde pueda salir nuestro amigo el mueble, lo cual no significa que uno se encuentre aquí opinando a la virulé, ojo, ¿es eso estrictamente necesario?, no siempre. A ver, si tú vas por la calle y te encuentras con una mierda en la acera, ¿la tocas con los dedos?, ¿te la llevas a la boca para cerciorarte de que eso es realmente una mierda como aquel famoso sketch de Benny Hill…? ¡Pues ya está, mon frere!  Y lo mismo pasa en otros campos, eh, stay tuned, ¿a cuánto mendrugo veremos en Sant Jordi firmando libros de dudoso contenido y calidad solo porque el que ha perpetrado semejante atentado está más forrado de seguidores que un pobre idiota como tú?. ¡No hay más preguntas señoría! Hasta aquí mi humilde crítica de pseudo cine de hoy.  Bon Nadal a tothom! Y por favor, armario, vuelve a beber. Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • How to build a common feeling

    "Queer" is the identity concept that has been at the forefront of global discussions on sex and gender. But how can we talk about our struggles without falling into the historic colonialism that imposes terms and words, universalizing us as subjects? How can we refer to ourselves and find a common feeling without erasing our identities, histories, and territorial ties? I am a Latinx immigrant in the territory of Tkaronto, Canada. I haven't been here long, I have no networks, and this city and culture are completely unfamiliar to me. I am a 21st-century Latinx immigrant, part of a hyper-connected world through the internet, capable of using technological dependence as a tool to create community, politics, and activism. I wonder, then, if dating apps can serve as a bridge to this territory—a way to meet people to embrace in the middle of the Global North's winter: Grindr, Tinder, Scruff. It is February 2025, and in Argentina, LGBTIQA+ communities are mobilizing and organizing to launch a wave of mass protests triggered by the rhetoric of Javier Milei—an echo of the global rise of the far right and the potential threat of losing our hard-won rights. Similar patterns have emerged in the U.S. with Trump, in Spain with Vox, and in Chile with Kast. The distance from my community makes me nostalgic, and not being present at the protests makes me think about how I can send a message—not just to them, but to all of us threatened by this political shift. I feel the urge to shout loud and clear: ¡Lucha Marika! ¡Resiste! ¡Hazle frente al fascismo! How do you say in your language, "Queer, fight!"? That’s my new bio on dating apps. I realize that Tkaronto is a city with a high percentage of immigrants (46.6% in 2021), with people from China, the Philippines, India, Palestine, Sri Lanka, Somalia, Colombia, Chile, Venezuela, Guyana, Ireland, Italy, and more. A city with a wide representation of other territories, but where those cultural boundaries remain unbroken. I start conversations with those who respond to my question, getting to know sex-dissident communities in their own contexts. I come to understand that “queer” does not fully represent our diversity, but we still need a common space for a common feeling. Marikas, monas, baklas, froci, and teplouš emerge, among others, as political subjects to whom we must say: Fight! Seeking to send this message to as many people as possible, and with the collaboration of an immigrant network, I can finally say: Lucha Marika! Queer, fight! Reage, mona! विचित्र झगड़ा करना Mga bakla, away! ‘“礞吤蕫ㄐTeploušsíla! Πουστάρα, αγωνίσου! PD, debout! Froci, all’attacco! Schwuchteln, kämpft! Пидоры, в бой! 囿垂徊}戦爸! Stabanes, phambili! Kuchus, msimame! Yan Daudu, no go gree! 諄錶塭, 襪橫菟! همجنس‌گرا، مبارزه!  Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • USA invade EEUU

    “Looks like someone needs democracy”   (“Parece que alguien necesita democracia”)  fueron, según sus propias palabras, las declaraciones del presidente en funciones, Donald Trump, en la madrugada del martes. Aunque estaba solo y no hay testigos que lo confirmen, él asegura que así fue. Con el temor de perder la hegemonía que sostiene desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el imperio estadounidense tomó una decisión “disruptiva e impredecible”, como su actual líder, y lanzó una invasión sin precedentes: esta vez, contra su propio territorio. “Logramos imponer nuevamente el temor y el respeto que alguna vez supimos tener”, declaró el Secretario de Defensa, visiblemente nervioso. “Hasta a mí me da miedo”. Guerra y Economía, una relación simbiótica “Las guerras, además de dar vidilla al país y algo de qué hablar, son un gran negocio”, explicó el Secretario del Tesoro, según su esposa, quien lo escuchaba murmurar desde la cama. “Creemos que esta guerra nos permitirá incrementar el gasto en defensa, lo que inyectará dinero en la economía sin necesidad de hacer cosas absurdas como invertir en salud o educación pública. La democracia se ha conseguido y se conseguirá con las armas”. El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, al comentar sobre ofensiva durante una visita a una escuela primaria. “Es fundamental conocer muy bien a nuestro enemigo, el ataque será sorpresa en el día de hoy desde la costa Oeste”, declaró a los alumnos, antes de ser interrumpido por un subcomandante que le informó que Estados Unidos estaba siendo atacado. El episodio recordó inevitablemente el momento en que George W. Bush recibió la noticia del atentado del 11 de septiembre mientras leía The Pet Goat en un aula. Esto refuerza la teoría de que las escuelas estadounidenses no solo son blancos recurrentes de ataques masivos, sino también un sitio ideal para recibir noticias sobre atentados, ataques masivos y, quién sabe, hasta alertas de ataques nucleares. El sueño de Chomsky y la solidaridad nuclear El intelectual Noam Chomsky, sospechoso de inmortal, se mostró entusiasmado. “Llevo toda mi vida esperando este momento, joder. Espero ver la destrucción total de este puto sistema, financistas corriendo en llamas y la Casa Blanca explotando como en Día de la Independencia, pero en 8K IMAX Dolby Surround, con repeticiones en cámara lenta y música de Rage Against The Machine”, declaró, reflejando el deseo compartido de buena parte de la humanidad de que la guerra sea televisada y esté disponible on demand. Mientras tanto, la escalada nuclear genera tanto temor como deleite en el hombre de pelo amarillo y piel naranja. Vladimir Putin y Kim Jong Un ya han contactado al líder estadounidense para expresarle su firme apoyo e incluso han enviado arsenal nuclear, porque ni siquiera la enemistad geopolítica más extrema puede evitar que la situación les toque su corazón imperialista. Por su parte, el otro presidente de USA, Elon Musk dijo en una entrevista “wroarrr woof wroar grrrrrr ssssss hgrhrrrrrrrgr” y sonidos mas dificíles de representar con el abecedario español. La reacción del otro lado del charco Los líderes europeos intentan dar una respuesta conjunta, pero, claro, con tantos idiomas diferentes, el mensaje demora más de lo esperado. Mientras tanto, las ultraderechas europeas se lamentan de no contar con un gasto militar similar al de EE.UU. para poder hacer lo mismo. “El ejército que tenemos es un chiste. Necesitamos un ejército europeo para reventar esta Europa ‘progresista’ y volver a la Edad Media. Las películas eran mucho mejores en esa época”, declaró un líder ultraconservador mientras mostraba con nostalgia una escena de Corazón Valiente, protagonizada por un joven, hoy desaparecido, Mel Gibson. Lo cual confirma que la pasión por el cine no entiende de posicionamientos políticos y que los estadounidenses saben mejor que nadie romantizar cualquier historia o situación, tanto nacional como extranjera. Pedro Sánchez, en un intento por dar su opinión en la primera cumbre de la OTAN en la que un país propio era atacado, fue interrumpido por el canciller alemán Olaf Scholz, quien luego pidió disculpas porque es Alemán. Acto seguido, felicitó a Sánchez por las playas de España, donde aseguró que pasaría su jubilación tras su breve paso por el cargo que en su país han sabido ocupar líderes más memorables. El desenlace de la guerra: ¿y ahora qué? Al cierre de esta edición, tropas estadounidenses han tomado el Pentágono, la Casa Blanca ha sido evacuada y el Congreso ha sido declarado territorio enemigo. Grupos de milicianos armados recorren las calles con la bandera de Estados Unidos, aunque aún no está claro si lo hacen en defensa del país o en contra de él. Las banderas con el lema “America First” o el mas famoso “Make America Great Again” tampoco ayuda a diferenciar bandos para el resto del continente americano. Mientras tanto, en un búnker de alta seguridad, Donald Trump observa las noticias en Fox News y pregunta: “¿Estamos ganando?”.  “Whorasr grrrr hsadkjwad mwjwwwj” respondió Musk mientras escribía, en su red X, contra el futuro primer gobierno lunar de izquierdas. El eco de su pregunta resuena en el aire, mientras los misiles ya han sido disparados y las alarmas de DEFCON parpadean en rojo. La terapeuta del presidente no se ha pronunciado al respecto, porque obviamente este hombre no va a terapia.  Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Soy carne de secta

    Esas fueron las palabras que escribí en el buscador esperando encontrar el video de alguna alma tierna que contara su experiencia sintiendo el fuerte llamado de unirse a un culto espiritual pero resistiéndose, porque tampoco es gilipollas.  Tengo hambre de comunidad. Sigue ardiendo en mí ese deseo antiguo de tener un fuego al que arrimarse. No se trata de la asamblea de colectivo, la de okupa, de cooperativa. Ninguna de estas me apaga la urgencia de celebrar un sabbat. Y no, ya no me vale la rave. Estoy a menos de lo que nunca en nombre de mi salud mental me habría planteado de empezar a ir a misa. Para sorpresa de nadie -que me conozca-, y menos de mí misma -que me conozco-, no es comunidad-cualquiera, comunidad-y-punto, lo que busco. Tengo hambre de comunidad-espiritual.   Y así voy, resbalando por todos los embudos de venta de los vende-cursos de astrología kármica, de registros akáshicos, de arquetipos del tarot, de huevos de obsidiana, de péndulo. Facilitadores somáticos, astrocartógrafos, consteladoressistémicos. Y la verdad no vengo a embarrar ninguna de esas disciplinas. Casi todas en algún momento de mi vida y con las personas adecuadas me han hecho más bien que mal. El problema que yo tengo es que no encuentro en mi entorno cercano a nadie que esté tan obsesionado con esto como yo. ¿Qué me queda entonces? Apuntarme al “Reto gratuito estelar online” para así juntarme con otras personas hambrientas de espiritualidad pagana, aun a sabiendas de que lo que vamos a recibir es espiritualidad pagada. A cambio de un pequeño bizum, Dany Spyral va a construir esa comunidad por nosotres. A su alrededor por supuesto. Esa es mi mayor desesperación. Cuando con 15 años me quería juntar con los punkis me iba al parque de la Dehesa los findes a beber kalimotxo hasta vomitar detrás de un arbusto. Cuando quise juntarme con los intelectuales me apunté al colectivo marxista-leninista de mi barrio. Con las transfeministas más de lo mismo; me pasé por fiestas, okupas y asambleas. Y ahora que me quiero juntar con las astro-girlies ¿Dónde coño estáis? ¿Dónde está nuestro templo? ¿nuestro parque? ¿nuestra asamblea? No puedo soportar la idea de que los akelarres sean por zoom. Que nos veamos ahí en cuadritos pequeñitos mientras escuchamos a Florencia Universe contar por qué su curso de activación lunar es lo que necesitamos para “conectar con todo el potencial de nuestra energía creadora”. Facilitémonos entre nosotras. Compartamos saberes. Yo a estas alturas ya tengo mucho que ofrecernos.  Okupemos un oráculo, construyamos un altar en el bosque, ritualicemos la puta calle.  Quiero un movimiento espiritual organizado, disidente, y horizontal. No me lo puedo estar inventando yo. Sé que existís. En mi mundo hay de todo, y no puede ser que yo no encuentre mi comunidad espiritual disidente, que la necesito para mi existencia. Y quiero verlo manifestado ahora. Raritas yo os invoco. Venid a mí.    Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.9 "USA INVADE EEUU". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • FAST TALKER *IRENE LUNA*

    Irene Luna Me gusta cuando alguien baila entre lo tangible y lo efímero, cuando alguien convierte los destellos en algo material.  Irene Luna (Madrid, 1992) órbita entre las dimensiones de la fotografía y la escultura pero es en la biblioteca de Alejandría, en la gran biblioteca de la memoria de donde realmente nacen sus hazañas. Decía Susan Sontag que la fotografía, antes que nada, es una manera de mirar, en las obras de Luna esta mirada se convierte en un acto de arqueología íntima: cada imagen, cada forma esculpida, es un fragmento rescatado de ese archivo universal donde lo personal y lo colectivo danzan en perpetuo diálogo. En la obra de Irene hay una transparencia luminosa que desarma toda pretensión: sus piezas respiran con la naturalidad del aire matutino, y en cada gesto artístico se revela una autenticidad que no necesita proclamarse. Es como encontrar una verdad que siempre estuvo ahí, esperando ser reconocida. Solo sé que todo lo que cuenta es algo que ya sabemos, que estaba oculto bajo la piel de lo cotidiano, esperando a que ella lo despertara  y nos lo devolviera como un descubrimiento. Entre lo monumental y lo íntimo encontramos lo solemne de la idea y el valor de una imagen. Hola Irene :)  Hola Vicky :) ¿Qué te interesa?  Todo en general y nada en particular, cuánto más mayor me hago más encuentro el estimulo en lo que creía que nunca me estimularía y viceversa. Para que se activen los mecanismos que conducen a una idea, ¿cuáles son los factores que para ti, lo impulsan? Los gérmenes de mis ideas son siempre muy pequeñitas y casi transparentes, surgen de golpe como un estornudo, en una conversación, en una película, en un libro, en un trabajo. Lo primero que me viene a la cabeza es pensar “ uy, aquí hay algo!”, pero no lo fuerzo, me funciona no meterle prisa y lo dejo reposar todo el tiempo que necesite, simplemente la mantengo en mi cabeza (y en mi cuaderno) y al tiempo, a veces mucho tiempo, se hace la conexión con otra idea que hace que de golpe crezca y coja consistencia. Y es entonces cuando me pongo a trabajar más a full. Así como el yunque ancla al herrero a su oficio y el pincel prolonga la mano del pintor, ¿qué herramienta se ha convertido en extensión de tu pensamiento artístico? Me encanta poder decir que ninguna, normalmente me surge la idea y luego veo qué materiales o técnicas funcionan mejor a la hora de materializarla aunque por el contrario otra veces es X material lo que me hace pensar que tal vez ahí haya algo interesante. Cada idea es diferente y por consiguiente su formalización. No me gusta etiquetarme en ninguna disciplina concreta ni verme atada a ninguna técnica. ¿Qué papel juega el tiempo en tu trabajo? Es curioso porque en mi caso es importante literal y metafóricamente. Trabajar con la idea del tiempo ( e ideas relacionadas con él) y dejar que a la vez que sea él mismo quien le dé forma y solidez a la idea, que le quite la tontería, el sobrante que no aporta, que la deje lo más sencilla, clara y contundente posible. El tiempo a través del tiempo, que bonito esto, no? Tu obra juega con la verosimilitud de los objetos, creando un delicado equilibrio entre el engaño y la revelación. ¿Cómo han influido los 'fallos' en tu proceso creativo? ¿Has encontrado que a veces estos aparentes errores te llevan a descubrimientos más interesantes? La perfección es algo que me ha perseguido, coartado y apestado a partes iguales desde que soy pequeña y la manera que encontré de quitarme ese yugo fue justo eso: hacer las paces con lo incorrecto, con el error y utilizarlo como base para crear desde un lugar más libre, más honesto y más divertido.  Engaño + diversión puede ser igual a juego y creo que es ahí desde donde muchas veces intento crear, para desde ahí conectar con conceptos algo más profundos o que requieren de mayor tiempo de reflexión.Sin más. Hace 106 semanas hiciste un statement, preludio de muchas cosas que ibas a crear “ Distorsionar la escala para confundir al ojo.”  Ostras, que bien linkeado! Es lo que te comentaba arriba, hace 106 semanas dejé este germen chiquitito ahí puesto, sin mayor pretensión y ha ido cogiendo forma con el tiempo, he ido trabajando con la escala y he conseguido confundir al ojo. Bendito tiempo!  La primera vez que nos has mostrado tu trabajo desde el objeto es en el proyecto EN/SOBRE que presentaste el Arniches, Cuentame!! Esa es la segunda ;) la primera fue una lámpara de cera! Esa idea me surgió a raíz de que Arniches 26 me propuso participar en la exposición colectiva “Escala”. Que gusto un concepto tan claro y tan directo y a la vez con tantas posibles lecturas. La idea es muy sencilla: escalar un espacio para transformarlo en otra cosa, en este caso, un objeto,una silla.  Llevé la altura de la galería a la altura universal de la altura de una silla (45cm) y de ahí escalé el resto de las medidas de la galería. Cambiando la escala se cambiaron de golpe las preposiciones y de golpe las maneras de interactuar con la galería. Me gusta de esa pieza la sencillez de la idea y la diversión que hay en ella, además de romper la idea de que las piezas de arte no se pueden tocar. Me parece más divertido y más humano poder interactuar con las piezas.  Cada proyecto es un reto, los límites… una oportunidad , ¿Qué me tienes que decir de esto? Más que un reto, diría que cada proyecto intento que sea un proyecto cero. Intento que entre ellos no se “contaminen” porque no busco que mi trabajo siga una línea o un estilo concretos. Con esto no quiero decir que entre ellos no tengan que ver, tanto conceptual como formalmente, porque obviamente trabajo con ideas y materiales que muchas veces se repiten porque me interesan y me funcionan, pero me gusta que respiren entre ellos. Intento que cada proyecto sea un comienzo o que por lo menos tenga una nueva lectura. Verlo sin la mirada viciada. Los limites…hay? La definición tanto en forma como en estética es una de tus grandes características, la imagen final prevalece sobre el concepto, materializando en un vistazo lo intangible del pensamiento. Hablanos sobre esto. Para mí es igual de importante la conceptualización de las ideas como la formalización de estas. Los objetos nos entran por los ojos y eso me encanta, porque por la vista podemos activar la reflexión del concepto: que será esto? Porque tiene esa forma? Se podrá tocar? Pesa? Se puede coger? Seducir a través de la vista y luego rematar con una buena idea me parece hacer una buena pieza. Hace la obra misteriosa y accesible al mismo tiempo. Acabas de presentar en la feria Estampa el proyecto “Dibújame un  cordero” un solo show con la galería Arniches 26 , un proyecto  que ha enamorado a toda la escena artística.  Háblanos sobre él :) La verdad que estoy super feliz de la acogida que ha tenido y sobre todo de lo que ha permeado en la gente ha venido a verlo.  Me he dado cuenta de que conectar con el público es algo muy difícil y que haber trabajado con una idea tan universal como las casas, ha sido clave. Este proyecto me llevó hacer las paces con la nostalgia mientras fabricaba cada caja, aceptar mi pasado guardando con cariño todos los espacios donde había vivido. Una caja para guardar el vacío, para proteger la memoria. Me he dado cuenta también que la gente está sedienta por conectar, por entender y si pueden por hacer suyas tus ideas y así poder empatizar y valorar la obra con más criterio. Creo que aunque el proyecto que presenté era muy personal, al final era un concepto universalmente personal, que enseguida la gente llevaba a su vida y a sus casas y les hacía conectar de golpe. De esta experiencia que ha sido participar en una feria (que nunca lo había hecho) y presentar una obra tan arriesgada (que tampoco lo había hecho), he aprendido que quiero comunicarme con lenguaje claro y sencillo que, aun pudiendo contener ideas más complejas, no sea críptico y pueda tener muchas lecturas, todas ellas igual de válidas. Me he dado cuenta de que no me interesa ser inaccesible.  Qué le pides a la vida, que le pides al universo Tener siempre tiempo para seguir jugando. Irene: Dibújame un cordero  Si te lo dibujo se escapa y deja de estar dentro de la caja ;) Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.8 "BREAKING NEWS". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Un Balido

    Francisco de Zurbaran Este verano tuvo lugar un suceso kafkiano, dantesco, quijotesco, orwelliano, incluso daliniano. Yo dormía entre sudores desmesurados en la habitación que tengo en casa de mi madre, con el cuerpo traspuesto por el picante de los tacos de la cena del día antes y la mezcla hiperbólica de alcoholes supuestamente mexicanos que palpitaban por mis venas o mi hígado o mi estómago. Era un sueño intermitente, incómodo, vertiginoso y delirante. De repente, cuando ya se colaban rayos de luz por la ventana, un balido. Si hubiera sido una peli de Lynch me habría asomado al jardín y seguramente habría visto una oveja o una cabra y habría sido un símbolo de algo profundo, aunque poco relevante de cara al argumento. Cuando escuché un segundo balido, y luego un tercero, y quedó claro que no los generaba mi cerebro derretido y trastornado, me levanté y le pregunté a mi madre si sabía qué estaba ocurriendo. Es cierto que vive en un pueblo, pero no suele haber niveles tan altos de ruralidad faunesca. Ella llegaba tarde al trabajo y se arreglaba con esmero y prisa. Me soltó que creía que los árabes que tienen ocupada la casa de enfrente tenían un cordero en la azotea y que lo matarían. Y se fue.  ​Estábamos en plena ola de calor y cualquier ser vivo que existiera en pleno sol más de media hora seguida se arriesgaba a una muerte lenta y sofocante. Subí hasta nuestra terraza y, efectivamente, vi un cordero escuálido y con una perilla deshilachada. Sus ojos eran oscuros, sabios. Compartimos unos segundos de silencio y calor extraños y bajé a desayunar. Recuerdo estar toda la mañana pendiente de los lapsos de tiempo sin balidos y sufrir pensando en escenas sangrientas y sagradas. Por la tarde ya me había acostumbrado a los balidos esporádicos e intermitentes del cordero y mi subconsciente los aguardaba sin dramatismo. ​Al día siguiente mi madre vino con noticias: algunos vecinos se habían encontrado casualmente en la calle y habían comentado la dificultad de conciliar el sueño con la ventana abierta y los quejidos constantes del pobre animal acalorado. Se sabía que estaba en la azotea y que el año pasado también había ocurrido, y que nadie estaba feliz con la situación pero que tampoco iban a dar un paso porque el tema deocupar viviendas es delicado y aquí nadie es racista.  ​Yo aproveché para preguntar al chat GPT sobre corderos y aprendí que en la religión musulmana existe una tradición en la que se sacrifica un animal cuando nace un niño como muestra de gratitud. Se llama Aqiqah y no es un rito obligatorio, pero en ocasiones sirve para poner nombre al niño. Se lo comenté a mi madre y dijo que tenía sentido porque el año pasado había nacido su segundo hijo y la mujer ahora lucía una barriga tersa y redonda, al borde del estallido. Leí que suele realizarse el séptimo día tras el nacimiento y que para los niños solían ser dos corderos y para las niñas, uno.  ​Poco a poco se fue armando una confabulación discreta a favor del cordero y en contra del Aqiqah; la mujer embarazada y sus dos hijos se sentaban en el balcón a tomar el aire y los vecinos hablaban de ellos y de su cordero como si no estuvieran un par de metros por encima de ellos. A los dos días vino la policía y el hombre musulmán entró en cólera porque no tenía ninguna intención de sacrificarlo en la azotea ni originar un festín para las gaviotas, manchar de rojo insalubre la casa. Insistió en que lo haría en un huerto, que sería todo  halal , un corte limpio, que era importante para la llegada al mundo de su futuro heredero. No le escucharon e hicieron venir a una protectora que puso el cordero en adopción; al cabo de unas horas un voluntario pasó a recogerlo en un camión destartalado. Se escucharon sus balidos mientras el coche bajaba lento por la calle estrecha y cuando desapareció, con la luz pálida que precede las cenas de verano, solo quedaron los llantos de los niños pequeños, tristes y confundidos, que posiblemente tampoco dejaron dormir a los vecinos. Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.8 "BREAKING NEWS". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Juntando monedas para hacer una espada

    Apolo El Floho Hace unos años, atasqué la máquina de pago automático del Mercadona por meterle medio céntimo. Fui con mi frasco de calderilla y era tanta la morralla, que una moneda se había partido. Todavía recuerdo la mirada de la dependienta que vino a intentar solucionarlo. Levantó el medio céntimo a la altura de sus ojos y me hizo el perrito sticker [miradaquejuzga].    Mi yo del presente escribe con algunos céntimos más en el bolsillo, desde un edificio emblemático de la ciudad, orgullosa de mi desarrollo profesional pero con el resentimiento intacto. Mi yo del presente se ofusca en considerar que esa dependienta sigue siendo dependienta (como si eso fuera malo). O murió porque era bastante mayor (como si eso fuera malo). Ojalá esté viva y ahora trabaje en un badulaque del Fórum (Como si eso fuera malo), o esté subalquilando una licencia para riders de Glovo, o en un Fotocasa, o para Greenpeace, o en un call center, o, o…. Me dejé llevar. La realidad es que mi yo del presente, trabaja para el mismísimo Satanás, en una oficina mucho peor que ese Mercadona, es jodidamente infeliz, no controla su violencia y tiene una espada preparada para hacer sangre ante cualquier adversidad.    ¿Es acaso la violencia la liberación de un instinto? Alguna vez leí que el instinto no es más que un conjunto de sentimientos y sensaciones aprendidas. Debe ser por eso que no me reproduzco. Lo que me lleva a pensar que en el lugar de donde vengo, solo se sobrevive si se tiene el cuchillo entre los dientes. Caso contrario, llega un ego aún más débil y te quita el sitio. ¿Estaré compitiendo con la dependienta? Maldito mundo regido y dictaminado por hombres.   Pero no, volvamos al comienzo. Era pobre y soy pobre. De espíritu y de bolsillo. Y me violento fácilmente. Disfruto del Gore y la Nueva Carne. En un mundo que se alimenta de sangre y hierro, yo misma he desarrollado un gusto amargo por lo grotesco. Estoy al pie del cañón para sacar mis cuchillos, ¿Qué me pasa? A mí no, a todos nosotros. ¿Qué nos pasa? Auster tiene un ensayo bastante flojo sobre la violencia en USA, le achaca gran parte del problema al uso libre de las armas. Por supuesto habla del racismo y de la historia opresora de su país. Todo esto pinta denso, aburrido, más o menos sabemos por dónde van los tiros y me estoy yendo por las ramas.   Cierro. Estoy físicamente explotada y mentalmente exprimida por el mercado (y todes nosotres que lo secundamos), rodeada de amigxs, compañerxs, colegas, todxs sobreeducadxs, hiperintelectualizadxs, luchando a diario por conseguir el duro y gozar, aunque sea un rato, gracias al tema que nos convoca que es la cultura. Me pregunto, ¿ya estás suscrito a este periódico?     Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.8 "BREAKING NEWS". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Mi Imperio Romano

    Dicen que el Imperio Romano de las mujeres es el caso de Lauren Wasser, aquella modelo que sufrió una doble amputación de piernas por el Síndrome de Shock Tóxico. Las personas que menstruamos conocemos el SST porque nos hablan de ello en cada caja de tampones que usamos; estos artefactos de algodón que en los anuncios de la tele muestran cómo permiten saltar, correr y subirte a una montaña rusa llevando pantalones blancos mientras te ríes a carcajadas, lejos de ser inocuos, pueden hacer que te corten una pierna e, incluso, te pueden matar rápidamente. La mitad de las personas que sufren un SST tienen la regla en ese momento.  Este síndrome lo causan un par de bacterias que, al entrar en contacto con el torrente sanguíneo, deciden destruir órganos, tejidos y lo que encuentren a su paso. Mata a 3 de cada 10 personas afectadas. Ojalá poder pensar en Caesar Augustus y en cómoconsolidó las fronteras de los territorios bajo dominio de Roma, que se extendían desde la península ibérica hasta la parte oriental de Anatolia, tanto en Europa como en África, siendo así un imperator por derecho propio, pero nos tocó menstruar. Más allá de este pensamiento obsesivo (eso es un Imperio Romano), que no deja de ser un problema más con el que tenemos que lidiar las mujeres y personas que menstruamos, creo que mi preocupación más recurrente es, ahora, un cúmulo de circunstancias que me hacen aborrecer el presente y desconfiar del futuro, mientras me apiado de las generaciones venideras. Hablo de la mentira aceptada en la que vivimos. Cuando visionamos ficción, ya sea una película o una obra de teatro, nos cuenten una historia o un chiste, las partes involucradas firmamos un pacto tácito por el que nos prestamos a creer momentáneamente que alguien es una persona diferente a la que es en la realidad en pos de comprender algo más allá, provocar cierto efecto o transmitir una información o una moraleja en forma de relato. Cuando baja el telón, ese pacto se rompe y la actuación cesa; las personas que actúan vuelven a ser las que son en su día a día.  Sin embargo, este contrato social es ahora algo que se extiende más allá de las fronteras de la ficción; la gente real es, a su vez, personaje y realidad. Los atuendos que utilizamos para la obra, el atrezzo y el maquillaje y el vestuario, son al mismo tiempo verdad y mentira. Y es culpa de las redes sociales, a las que habría que empezar a llamar canales sociales, porque una red implica ramificaciones y lo que tenemos delante es bidireccional, como mucho. No hay red, solo hay un megáfono. Este es mi propio Imperio Romano.   ¿Cómo puede ser que aceptemos que una cara con un filtro es una persona? ¿Cómo puede ser que, aún sabiendo que nada de lo que venden las Kardashian es real, porque cada foto que suben está estudiada al detalle, escenificada, planeada, PRODUCIDA, retocada y seleccionada, la gente siga aceptando sus vidas como reales? No lo son. Ni siquiera sus caras son reales. ¿Como puede ser que no rechacemos de plano todas las fotos que consumimos como palomitas dulces el día después de la Gala del Met cuando no hay ninguna que no haya pasado por Photoshop? Ni Jennifer López es tan joven, ni Ariana Grande puede cambiar de etnia a su gusto. Esta gente existe, pero también ha dejado de existir, porque nadie aceptaría que sus yo reales son lo que nos venden que son.  ¿De verdad creemos que esto no nos afecta en nuestro día a día, cuando nos miramos al espejo? ¿Cómo entendemos nuestra vida en este paradigma? Es demencial que haya cola en el templo de Lempuyang, en Bali, para sacarse una foto que solo existe en redes sociales, porque hay que trucar la imagen para que “Las Puertas del Cielo” sean dobles y no como lo son en la realidad. Estamos creando una dimensión paralela en la que el presente es un universo aparte que existe en una imagen estática o filtrada y no queremos mirar al mundo y a nosotras mismas como somos. Tal cual nos aparecemos a los demás. ¿Acaso no nos parece ridículo ver a alguien sacarse un selfie o bailar un baile estúpido delante de un móvil en medio de la calle, pero luego le damos un “me gusta” a lo que vemos en la pantalla, cuando es lo mismo? La brecha, profunda e irremediable, que esto provoca con nuestras vidas, la insatisfacción y la frustración de tener que lidiar con una estampa sin filtrar, no la conocemos en toda su extensión aún.  Es técnicamente imposible que seamos felices si no entendemos que la ficción es ficción y que la realidad es realidad porque la ficción siempre tendrá un brillo del que la realidad carece, y, a su vez, tendrá un poso falso que nos dejará vacías y en búsqueda de algo difícil de señalar. Es técnicamente imposible que sigamos mucho tiempo subsistiendo en este nuevo pacto tácito que nos lleva a un hambre infinita de algo que no es verdad. No sé cómo se sentirían en el imperio cuando cayó Roma, pero ojalá no estemos lejos.    Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.8 "BREAKING NEWS". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Confesiones de una asesina moderna

    Que verguenza ser millenial, no tener una jungla en el piso y asesinar vegatales El verano pasado dejé que murieran todas las plantas, incluida la buganvilia que me regalaste. El asesinato no fue intencional, si eso es lo que estás pensando. Tampoco fue un plan que elaboré con rigurosidad y precisión. Fue una casualidad que simplemente se transformó en un hábito. Mientras movía las plantas para limpiar nuestro balcón, dejé la buganvilia justo en la única esquina donde no llega el sol. Ese rincón frío sería su hogar temporal, pero la olvidé y dejé que se secara entre montañas de polvo y las cenizas de tus cigarrillos. Por la tarde, me acordé y escribí en las notas del Iphone: mueve la buganvilia. El recordatorio quedó enterrado entre listas de la compra -aceite, sal, desatascador de WC, tampones- y recetas de las cenas que te prometí, pero nunca cociné: pollo al curry, carne al horno, tartaleta de limón. En su nuevo hogar, la buganvilia se convirtió en unas ramas desnudas que luchaban con la gravedad por no sucumbir al suelo. La tierra se endureció y ya no era necesario regarla. ¿Para qué si ya estaba muriendo? A los pocos días, te fuiste de viaje y se me ocurrió que sería buena idea regar nuevamente tus suculentas. Quizás justo habías olvidado mirar el calendario que sagradamente revisabas todas las mañanas. Quizás habías amanecido distraído y por eso no me habías dicho buenos días. Quizás entre viajes, rutinas, nuestras peleas, los platos sin lavar, y el polvo que se esparcía por los muebles sin limpiar, olvidaste cuidarnos.  Llené de agua las macetas de las suculentas y no me detuve. La tierra aposada comenzó a escaparse por los bordes dejando manchas de barro esparcidas por la mesa. Luego podé el potus; una hoja a la vez, a ver si te dabas cuenta cuando volvieras que algo le había pasado a tu planta favorita. Te prometo que ahí ya quería detenerme, pero me acordé de la monstera que habías comprado hace unas semanas y decidí que necesitaba un nuevo hogar. La encerré en esa habitación sin ventanas que usamos de trastero. No volví a abrir esa puerta hasta que volviste de viaje y, entre gritos, te fuiste del piso. Ya es otoño. El cementerio de ramas podridas, maceteros volteados y plantas cadavéricas se extiende como un campo dinamitado que esquivo para fumar en el balcón. Mis amigas me dicen que ya llevo demasiado tiempo encerrada, qué te fuiste hace meses y que hoy vendrán al piso. Cuando entran, corren a abrir todas las cortinas y ventanas. Traen inciensos y un palo santo de origen sospechoso. En cada esquina del salón colocan unas amatistas y turmalinas negras. Me sientan en el sofá mientras encienden las velas del salón y ponen una playlist de Spotify con unos cantos que a mí me suenan igual que los cantos de las ballenas del documental que vi anoche. Barren, limpian, tiran. Huele a cloro mezclado con palo santo. Me aseguran que estaré bien, que no tendré que asesinar más plantas. Me traen un potus nuevo de regalo. - Gracias. Sí, estaré mejor. Ellas no saben que hoy por la mañana salí y te vi entrando a un piso cerca de la panadería de los croissants que solíamos desayunar. Esos croissants están muy buenos. Alcancé a ver que entraste al bajo primera. Unas margaritas amarillas se asomaban por la ventana de ese piso que daba a la calle. Sólo por si acaso arranqué algunas hojas con rapidez. Las hice pedazos apretándolas contra mi puño y las solté. Los pétalos amarillos cayeron sobre la acera casi como un minucioso accidente, casi como si hubiese sido el viento. Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.8 "BREAKING NEWS". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

  • Carta a un Multimillonario

    Todos los días nos desayunamos noticias de millonarios que trabajan en desarrollar aviones que nos viajen a otro planeta, otros, se dedican a investigar cómo ponernos chips dentro del cerebro, otros quieren hacernos viajar en autos que se manejen solos (casualidad o no el de los cohetes y los autos es el mismo) y por último y como si fuera el colmo de todo esto, hay unos que crearon unas gafas horrendas que te permiten ver youtube y cruzar la calle. Pero estimados señores de Silicon Valley: ¿no ven que esto es una bomba de tiempo? El futuro de la humanidad es frío y desolador. El globo terráqueo se desinfla y estos magnates lo único que quieren es disociarnos de nuestro futuro apocalíptico. Esta es una carta abierta para algún multimillonario (ojala de esos nórdicos que son más abiertos) para que empecemos a hacer algo que se debería haber hecho hace muchos años atrás: Clonar dinosaurios. Los dinosaurios vivieron aproximadamente 54.900 veces más tiempo en la Tierra en comparación con los humanos, tienen en mi opinión más derechos territoriales. Ustedes dirán: “Esto podría alterar el ecosistema de cada lugar, bla bla...” pero, yo digo, ¿eso lo pensó el niño que trajo en avión unas cotorras desde Argentina a España? Yo creo que no, y miren ahora las plazas de España llenas de Myiopsitta monachus o mejor conocidas para los españoles como “cotorras argentinas”. Volvamos al principio de este asunto. Los dinosaurios nos ayudarían a conectar más con nuestro entorno y nosotros mismos. Les doy un ejemplo, cierren los ojos e imaginen qué bonito sería ver la Torre Eiffel con un Pterodáctilo volando alrededor con sus grandes alas. ¿No creen que nos haría olvidar del mal humor que tienen los camareros franceses? Yo creo que sí. Imaginen al Papa Francisco regalando un Diplodocus a Putin, como símbolo de paz, no creo que haya persona en el mundo que no se le pase el enojo si te regalan un Diplodocus. También los científicos podrían comprobar si los documentales de National Geographic sobre ellos están en lo cierto o no. ¿No les gustaría, en vez de escuchar las bocinas de los coches, sorprenderse con los gemidos de dos Triceratops haciendo el amor en verano? Mi plan incluye que todos los países firmen un acuerdo global en la ONU (si es que sirve para algo) para solo clonar los “Dinosaurios buenos ", los que comen plantitas. Como siempre algún país del eje del mal se las ingeniaría para clonar un Tiranosaurio Rex, pero bueno eso es problema de los malos, nosotros siempre con los buenos. La iglesia perdería fieles, por qué nos haríamos fanáticos de los dinosaurios. Seamos sinceros, Jesús no podría ganar contra un Estegosaurio, la religión estaría acabada. La extrema derecha también, porque no podría culpar a los dinosaurios por las pérdidas de empleo, y tampoco los dinosaurios entienden de países ni de fronteras. Visualicen niños yendo al colegio diciéndole a sus maestras que quieren ser vegetarianos como sus ídolos de 5 metros de alto y 27 metros de largo. El plan de la clonación sólo tiene ventajas!!!. Las calles serían de ellos, no habría coches. Dinosaurios recorriendo Gran Vía, durmiendo en Times Square, cagando en el Capitolio, etc. Los vimos en muñecos de plástico, en tazas, en libros del colegio, en figuritas autoadhesivas, en el cine, en la televisión, etc, ahora les exigimos a ustedes multimillonarios del mundo, devuelvan la belleza de lo que alguna vez nos quitó ese meteorito que se los llevó hace 230 millones de años. Este artículo es parte de The Posttraumatic VOL.8 "BREAKING NEWS". Puedes conseguirlo aquí . Y suscribirte por aquí .

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